¿Qué características debe tener un edificio para considerarse un Smart Building?

Cada vez escuchamos más la expresión Edificio Inteligente o Smart Building. 

Y sin duda, ese tipo de edificios son cada vez más una realidad, una realidad que a muchos les lleva a pensar en ciudades futuristas de corte cyberpunk, y a otros, en urbes distópicas repletas de rascacielos fabricados en madera. Nada más allá de la realidad.

Hoy abordamos un poco más de cerca este concepto y, sobre todo ¿Qué características debe tener un edificio para considerarse un Smart Building?

Smart Buildings, los edificios del futuro (y del presente)

El concepto Smart Building viene directamente de un término anterior, el de Smart City o ciudad inteligente. El nivel de modernidad que han alcanzado las ciudades en los últimos años ha tenido también una repercusión directa en principalmente dos ámbitos:

El ámbito energético

La entrada en la década de los 2.000 supuso una aceleración sin precedentes del consumo energético en el ámbito urbano. Ello ha supuesto un desafío en la gestión y el ahorro de los recursos energéticos, pues las ciudades abarcan más de la mitad del consumo energético (67%) de la energía primaria, según datos del Club Español de la Energía (ENERCLUB).

El ámbito ambiental

Según datos de la OMS, la polución en las ciudades creció un 8% entre 2011 y 2016, y según la ONU, las ciudades representan alrededor del 70 % de las emisiones de carbono mundiales y más del 60 % del uso de recursos.

Ya en 2012 la Comisión Europea propuso unos parámetros de la Smart City ideal y los resumió en tres fundamentos:

• Producción y uso de la energía urbana
• Transporte urbano y movilidad
• TICs (Tecnologías de la Información y Comunicación) urbanas

Sin embargo, con el paso del tiempo, ha sido evidente que el fundamento de la Smart City no puede fundamentarse tan sólo en estos dos factores: para abordar este concepto los expertos apuestan por tener en cuenta múltiples factores, tales como el envejecimiento de la ciudadanía o el nivel socioeconómico de la población.

Por tanto, se cambió el paradigma: ya no se trata de poner a la ciudad al servicio de la tecnología, sino justo al revés.

Por tanto, un edificio inteligente o Smart Building se basaría en el mismo concepto: poner la tecnología al servicio, ya no de la ciudad, si no de las personas que la habitan, buscando mejorar la usabilidad de la estructura, optimizar su eficiencia y aumentar su seguridad y accesibilidad.

¿Qué aportan los edificios inteligentes a las ciudades?

Partiendo de dos puntos de vista, el humano y el tecnológico, es como se debe medir la capacidad de un edificio para considerarse Smart.

Pero, sin embargo, existe una necesidad de estandarizar el concepto Smart Building a nivel global, un modelo a través del cual medir los edificios inteligentes en la actualidad, pero también en el futuro.

Entidades como WiredScore han puesto en marcha este estándar, a través de su certificación SmartScore, una acreditación que se creó en colaboración con los propietarios y usuarios de los inmuebles más avanzados del mundo, por lo que clarifica en qué consiste un edificio inteligente, orienta sobre cómo alcanzar el estándar y demuestra el valor que añade a un activo.

Y es que, son múltiples las ventajas que aportan estos edificios a las ciudades, pero especialmente a las personas, porque:

• Aportan soluciones de eficiencia y optimización energética a través de la monitorización del uso de la energía, del agua, de la luz, de la climatización, de la adaptación de los aparcamientos al vehículo eléctrico, etc.
• Favorecen los entornos colaborativos, especialmente en el ámbito laboral.
• Promueven el bienestar a través de tecnologías de monitorización de la calidad del aire, de la iluminación, de la ventilación, etc. así como tecnologías que reportan sobre el funcionamiento de los sistemas y sus necesidades de mantenimiento.
• Detectan, a través de la recopilación y análisis de datos, mejoras y optimizaciones en los sistemas instalados.
• Promueven la seguridad a través de un mejor control de accesos, sistemas de protección contra incendios, etc.

En Powernet contamos con personal acreditado SmartScore AP y acompañamos a propietarios y promotores en la construcción de edificios inteligentes que responden al estándar y ofrecen experiencias de usuario excepcionales, impulsando la eficiencia de costes y cumpliendo altos estándares de sostenibilidad. Con este objetivo nació IOTIQ, para combinar el diseño de experiencias de workplaces, la arquitectura y la tecnología más innovadora para construir espacios “inteligentes”, más flexibles, resilientes y saludables con los máximos niveles de eficiencia y sostenibilidad, minimizando la huella de carbono.

Hemos podido colaborar ya en varios proyectos exitosos como: nuestra propia oficina en Torre Chamartín en Madrid, Varios espacios de coworking de LOOM, Oficinas de CommScope, Castellana 85 de Merlin Properties, Diversos espacios en Torre Europa, IE Business School, etc.

Contacta con nosotros y descubre cómo los edificios se están preparando para el futuro a través de la aplicación del concepto Smart Building.