Escuela Powernet
20/03/2025
El edge computing está cambiando la forma en que las empresas procesan y gestionan sus datos, moviendo la capacidad de computación más cerca del lugar donde se generan. A medida que la necesidad de soluciones más rápidas y cercanas a los usuarios aumenta, los centros de datos distribuidos, también conocidos como edge data centers, se vuelven cada vez más relevantes. Sin embargo, con esta expansión, surgen desafíos clave: la reducción de los costes operativos y la fiabilidad de la infraestructura, dos factores que son críticos cuando se trata de Uninterruptible Power Supplies (UPS).
En este artículo, exploramos cómo una correcta elección e instalación de UPS en entornos de edge computing puede no solo reducir costes, sino también aumentar la rentabilidad a largo plazo, garantizando la estabilidad y eficiencia operativa.
El Coste Total de Propiedad es un concepto fundamental cuando hablamos de infraestructuras tecnológicas en edge computing. Este indicador no solo refleja el coste inicial de adquisición e instalación de las UPS, sino que también engloba el coste de mantenimiento, reemplazo de baterías, consumo energético y gestión operativa durante toda la vida útil del sistema. En entornos de edge computing, donde el espacio y la eficiencia operativa son cruciales, elegir el UPS adecuado puede hacer una gran diferencia en los costes a largo plazo.
En el mercado de UPS para edge computing, las baterías de litio son una opción destacada debido a su alta densidad energética, larga vida útil (en torno a 20 años), y menor mantenimiento, lo que las hace ideales para aplicaciones donde el rendimiento constante y la fiabilidad son clave. Las baterías de plomo-ácido, aunque más económicas en términos de coste inicial, presentan menor eficiencia energética, vida útil más corta y mayores costes operativos a lo largo del tiempo debido a la necesidad de reemplazos frecuentes.
Por otro lado, los BESS (Battery Energy Storage Systems) están emergiendo como una solución destacada, integrando varias tecnologías de almacenamiento (incluyendo litio y plomo-ácido) junto con sistemas de gestión de energía (EMS), lo que permite una optimización dinámica del almacenamiento y distribución de energía, especialmente en instalaciones que dependen de energías renovables.
También están ganando terreno tecnologías emergentes como las baterías de flujo y las baterías de sodio-azufre, que ofrecen largos ciclos de vida y alta eficiencia, siendo prometedoras para el almacenamiento de energía en grandes instalaciones.
Uno de los principales retos al desplegar UPS en entornos de edge computing es la limitación de espacio. A medida que los edge data centers se hacen más pequeños y se distribuyen en múltiples ubicaciones, es esencial contar con soluciones de UPS que se adapten a estos espacios reducidos sin comprometer la fiabilidad y el rendimiento operativo. En estos entornos, la capacidad para maximizar el uso del espacio disponible y garantizar un despliegue eficiente de la infraestructura se vuelve fundamental.
Las UPS modulares, por ejemplo, ofrecen una gran flexibilidad de instalación al permitir un montaje compacto en diversas configuraciones, aprovechando al máximo el espacio sin necesidad de grandes modificaciones en las instalaciones. Este diseño flexible también ayuda a reducir los costes de instalación y minimizar el impacto en las operaciones diarias, ya que no es necesario realizar modificaciones estructurales costosas para adaptar el equipo.
La modularidad de estos sistemas también proporciona una ventaja significativa en términos de escalabilidad. A medida que las necesidades energéticas de las instalaciones crecen, es posible añadir unidades adicionales sin la necesidad de renovar todo el sistema. Este enfoque permite a las empresas ajustar la capacidad de manera dinámica según los requerimientos reales de consumo de energía, evitando los costes adicionales asociados con equipos sobredimensionados o infrautilización.
El monitoreo remoto se ha convertido en una herramienta esencial para minimizar los costes operativos en los entornos de edge computing, donde la disponibilidad y fiabilidad de los servicios es crítica. Los sistemas UPS modernos cuentan con sensores y capacidades de conectividad IoT, lo que permite monitorizar en tiempo real parámetros como el estado de las baterías, la temperatura y la distribución de carga. Esto facilita una gestión más eficiente y reduce la intervención manual, al permitir que los equipos técnicos accedan a los datos de funcionamiento desde cualquier ubicación.
El uso de sistemas de gestión de energía (EMS) integrados con las UPS posibilita la gestión remota y automatizada de las unidades, ajustando automáticamente la distribución de la carga según las necesidades operativas del momento. Este enfoque reduce los picos de carga innecesarios, optimizando el consumo energético y evitando costes adicionales por sobreutilización de la infraestructura. El sistema no solo mantiene la operación eficiente, sino que también previene posibles fallos o problemas en los equipos antes de que se conviertan en incidentes críticos.
La eficiencia energética es uno de los factores más importantes a considerar al desplegar UPS en entornos de edge computing, especialmente debido a la alta demanda de energía y la necesidad de mantener los costes operativos bajos. Las UPS modernas incorporan inversores de alta eficiencia y tecnologías de gestión de energía que permiten una mejora en la conversión de corriente alterna (AC) a corriente continua (DC) con la mínima pérdida posible. Esto no solo mejora el rendimiento energético, sino que también reduce el desperdicio de energía.
Además, los sistemas UPS modulares permiten a las empresas ajustar dinámicamente la capacidad de carga en función de la demanda real de energía. Esto es crucial en los entornos de edge computing, donde las fluctuaciones en la demanda energética son frecuentes. A medida que las necesidades de carga cambian, las UPS modulares pueden aumentar o disminuir su capacidad de manera eficiente, lo que asegura que la infraestructura no esté sobrecargada ni subutilizada.
Este tipo de ajuste dinámico no solo reduce el consumo energético innecesario, sino que también optimiza el rendimiento de los equipos y previene el sobrecoste por infrautilización. Al operar siempre a su capacidad óptima, las UPS no solo funcionan de manera más eficiente, sino que también tienen una vida útil más larga, lo que contribuye a reducir los costes operativos y de mantenimiento.
En el entorno de edge computing, donde la adaptabilidad y eficiencia son cruciales, las UPS desempeñan un papel clave, no solo en la protección de la infraestructura, sino también en la mejora de la rentabilidad. Elegir soluciones modulares y escalables permite a las empresas ajustar su capacidad energética según sus necesidades exactas, lo que contribuye a una mayor flexibilidad operativa y una significativa reducción de los costes a largo plazo.
El despliegue de UPS va más allá de la instalación de equipos: implica una estrategia de gestión energética que, si se ejecuta correctamente, puede resultar en una optimización continua de recursos. Powernet asegura una ingeniería personalizada y adaptada a las necesidades de cada cliente, teniendo en cuenta todos los factores relevantes y las actualizaciones continuas del mercado. Contáctanos y recibe el asesoramiento que necesitas.
